Imágen(IV): La envidia como mecanismo de protección

Todos la hemos sufrido alguna vez, incluso cuando crees que no tienen nada que envidiarte.
La envidia (no confundir con los celos)es un mecanismo de protección del ego dañado.
Y no necesariamente dañamos el ego del otro de forma consciente y voluntaria,normalmente suele ser al revés.
¿Cuándo se siente el ego herido,al hablar de envidia?
Cuando alguien piensa, y no de forma justificada necesariamente, que otra persona tiene algo(cualidades, bienes,trabajo,etc) que le beneficia respecto a él o ella.Cualquier cosa puede convertirse en el blanco de la envidia, sobre todo si quien la tiene no le da mayor importancia.

La envidia es detectable, puesto que el comportamiento que se adopta llama mucho la atención (como decimos coloquialmente"canta mucho").
El envidioso pone en practica una de estas dos técnicas o ambas: 

El desmerecimiento: Consiste en echarte por tierra para boicotearte o perjudicarte de forma directa.

Según la persona envidiosa, y sin justificación que se sostenga, 

- Tu producto/ actividad (o aquello que envidie,en definitiva) es desleal ,caro,de mala calidad , perjudicial para alguien, da pie a malas interpretaciones, es peligroso...Vamos que no lo quiere ni para si, ni para los demás. De repente nuestro envidioso se convierte en un defensor de los intereses de la gente de la que nos queremos aprovechar.
- No te mereces lo que has logrado, lo has conseguido aprovechandote o pisoteando a alguien, siendo más falso que una moneda de veinte caras,y un largo etc. En este caso, el envidioso puede no ser un salvador, pero no cabe duda de que tú eres un buitre.


















Los "comentarios pullitas":

Pues para lo tonto que eres,te va bien
Con lo feo que es y mira con quien ha acabado...
Mira que bien se lo ha montado...Y parecía tonto

Comentarios con contenido hiriente muy dulcificado, que pretenden afectar a la autoestima, indirectamente el envidiado,se derrumba. 



Cuándo preocuparse y cuándo no :  

Si la gente nos tiene en más alta estima que a nuestro envidioso, si nuestra autoridad es mayor que la suya, o incluso cuando es igual, no tenemos por qué preocuparnos.
Visto desde fuera, el envidioso está llamando la atención sobre nosotros ,en cierto modo, se trata de publicidad.
En el peor de los casos,es su palabra contra la nuestra.

Ojo cuando se trata de alguien que cosecha mayores simpatías que nosotros, porque hay sí podemos salir perdiendo.